Un nombre no es sólo un conjunto de letras. Los nombres, encierran una idea, que muchas veces está ligada a la cultura a la que pertenecen.  Es interesante  que sean un tanto crípticos porque ,de cierta manera, nos  permiten descubrir un lenguaje nuevo, una cultura nueva. Unbeknownst palabra en inglés que describe lo sucedido y  lo que no podemos explicar, además de la ausencia del cuerpo o de la mente. Esta exposición refleja el sentido de esta palabra ya que su realización  implicó la ausencia del cuerpo y el enfrentamiento con una situación atípica para cada uno de nosotros.

Es una muestra  diferente en todo sentido, porque se ha realizado a distancia por las redes virtuales, por medio de  innumerables videos y audios que, si se juntaran, podrían lograr un gran cúmulo de información creativa y pedagógica; evidencia de momentos para crear más allá de lo presente. Una experiencia de aprendizaje significativa.

Lo que sucede al final de todo es que esta exposición es el fruto del trabajo de cada uno de los expositores de manera individual  y única. Una exhibición accesible, disponible, temporal  y  flexible. Sabemos que el ejercicio del arte ha cambiado y no somos indiferentes a ello,  pero no vemos esta circunstancia como una limitante sino como una oportunidad para expandir los campos del arte a nuestras nuevas fronteras, lo virtual y lo humano que podemos observar. Al haberse sacrificado la presencialidad,  aumentamos el  alcance de nuestro actuar creativo.

Este es un momento único para compartir la experiencia de esta exposición. Esta situación me recuerda un cuadro de Mark Rothko que se  nos plantea  simple a primera vista. Un gran campo de color, una sensación unívoca de invitación a la contemplación de algo a lo que no estamos acostumbrados,  con algo de paciencia, con los ojos del  asombro, esta obra ilustra lo que transmitimos  en este encuentro para dar la oportunidad de compartir en la distancia este proceso. Los invitamos a  contemplar: lo desconocido.